¿Cómo es Dios?  Sin duda, alguna vez te has hecho esta pregunta.  Existen muchas teorías, muchos argumentos y muchas religiones que declaran como El es.  Hay tantas opciones que para la persona que le quiere conocer es casi imposible decidir a quien tiene la razón.

Es como los tres ciegos que se encontraron con un elefante por la primera vez y cada uno intentaba explicarlo a sus compañeros.  El primer ciego, al tocar la gran pierna del animal, declaró que un elefante era como un árbol, fuerte y recto.  El segundo ciego, al tocar la cola, explicó que el elefante era como una serpiente.  El tercer ciego tocó al lado del tremendo animal y quedó convencido que el elefante era como un muro grande y alto.  Los tres habían encontrado aspectos distintos del elefante pero, aún así, les faltó mucha información.

El apóstol Pablo en uno de sus viajes misionerostuvo una experiencia similar.  En el libro de Hechos 17:16-23, Pablo estaba pasando por la ciudad de Atenas donde él encontró mucha idolatría.  La gente de esta ciudad pasaba mucho tiempo discutiendo las filosofías del día y sus distintos conceptos de Dios.  En medio de los muchos ídolos había una escultura llamado “Al Dios no Conocido.”  Inspirado por la ignorancia de esta gente, Pablo comenzó a declarar como es el Dios verdadero.

Muchas veces en la iglesia cristiana encontramos la misma ignorancia.  Dios queda desconocido por su pueblo y muchos han formado distintas filosifías acerca de El.  De hecho, podemos decir que existen Dioses distinos.  El concepto que uno lleva en su corazón acerca de Dios es lo que le va a motivar en su vida espiritual.  Si es un concepto erroneo o no bíblico, eso afectará el curso y la calidad de la vida.

Quiero mencionar tres conceptos comunes de Dios entre el pueblo cristiano y mostrar el error de cada uno.  Al concluir vamos a ver el concepto bíblico del verdadero Dios, el Dios “conocido” por el Nuevo Pacto.

El Dios Distante

El Dios distante es el concepto más común entre creyentes y no creyentes.  Hablan de un Dios misterioso, no conocido e inexplicable.  Las frases más usadas bajo este concepto son, “Dios obra en maneras misteriosas”, “¿quién puede saber lo que El va hacer?”, “si Dios quiere”, y, “Dios hace lo que quiere.”  El concepto del Dios distante produce muchas tradiciones religiosas, ritos y supersticiones.  Muchos cristianos quedan confundidos por las distintas revelaciónes de Dios en el Antiguo Testamento y la revelación del Nuevo. No han captado que Dios se ha revelado plenamente a través de Jesucristo.  Veámos las declaraciones de Jesús.  “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, Y LE HABEIS VISTO”  (Juan 14:7).   “El que me ha visto a mí, HA VISTO AL PADRE” (Juan 14:9).  Entonces, Dios no es misterioso y distante.  En el Nuevo Testamento El se reveló a sí mismo a través de Jesucristo para que sepamos como El era.  No existe ninguna diferencia entre Jesucristo y el Padre.

El Dios Enojado

El Dios enojado es un concepto común entre muchas religiones y los cristianos más fundamentales.  Se trata de un Dios de ira y juicio que es capaz de juzgarnos o castigarnos a través de enfermedades, accidentes y tragedias según su deseo en caulquier momento.  Es un Dios caprichoso, poco entendible,  y facilmente provocado.  Este concepto produce cristianos que viven en temor bajo doctrinas que aceptan las enfermedades, los accidentes, el fracaso y la escasez como obras de Dios en sus vidas.  Ellos no han entendido que Dios ha entregado todo el juicio a Jesús (Juan 5:22) y Jesús no vino para juzgar al mundo, sino al salvar al mundo (Juan 12:47).  También, Jesús declara que, “la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día prostreo” (Juan 14:48).  Dios no nos está juzgando ahora.  ¡Que maravilloso que, “tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

El Dios Permisivo

El otro concepto de Dios muy común en el cristianismo es del Dios permisivo.  Bajo este concepto, Dios no se preocupa por nuestras fallas, los pecados y nuestra desobediencia.  No importa si uno vive por su Palabra y sus preceptos o no.  Ellos piensan que si alguien cree en su bondad y misericordia puede vivir como quiere.  De vez en cuando debe pedir perdón, pero no tiene que cambiar su forma de vivir.  Ellos no entienden la gracia de Dios, y como la gracia nos enseña como renunciar la impiedad.

Este concepto produce, más que nada, el pecado.  Acepta como normal a los cristianos que practican la fornicación, el adulterio, los vicios y otros pecados que dañan y destruyen las vidas.

Por supuesto, Dios es amor y lleno de misericordia.  Sin embargo Su gracia nos ha entregado la santidad y nos ha capacitado a través del nuevo nacimiento para vivir vidas transformadas.  Es su benignidad que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4).  Pero los que practican las obras de la carne NO HEREDARAN EL REINO DE DIOS(Gálatas. 5:19-21).  Dios es paciente, pero no es permisivo.  Dios sabe que el mismo pecado lleva en si corrupción y muerte.  “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción” (Gálatas 6:8).  “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis” (Romanos8:13).  El amor de Dios nos quiere proteger de la corrupción de la carne. 

El Dios Verdadero

Entonces, ¿cómo es Dios?  Ya hemos visto que la plenitud de Dios mora en Cristo Jesús.  Sus propósitos para el hombre, su caracter, sus formas de actuar, pensar y hablar todos se encuentran en Jesús.  Bajo el Nuevo Pacto, Dios nos ha dado una plena revelación, una revelación superior al Antiguo Pacto.  “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual NO HAY MUDANZA NI SOMBRA DE VARIACION” (Santiago 1:17).  Dios nunca ha cambiado su forma de ser.  Era el hombre que perdió su entendimiento de El por el pecado.  “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidospor el diablo, PORQUE DIOS ESTABA CON EL” (Hechos 10:38).  “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, Y VENDREMOS A EL, Y HAREMOS MORADA CON EL” (Juan 14:23). 

Dios no es ni distante, ni enojado, ni permisivo.  El es amor, El es bueno y lleno de gracia y verdad.  El ha elegido a vivir EN nosotros y, através de su Palabra, El nos dio todo lo que es necesario para vivir una vida victoriosa y abundante.  Es un Dios que merece nuestra adoración y fidelidad.  Es nuestro Padre, y como hijos agradecidos, debemos acercarnos a El sin temor.  El es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6).  Todas sus promesas son en El sí y amén (2 Corintios 1:20).  Cuando nació Jesús, los ángeles declararon, “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, BUENA VOLUNTAD para con los hombres” (Lucas 2:14).

¿Cuál Dios conoces tú?  ¿Cuál Dios estás serviendo?  ¿Tienes paz con El?  ¿Es tu Sanador, tu Proveedor, tu Protector y tu Victoria?  Si no es así, hoy es el día de salvación.  Recíbelo en tu corazón y declara que Jesucristo es tu Salvador; el Camino, la Verdad y la Vida.

 

                        Amado Padre, vengo a Ti en el Nombre de Jesús.
                        Tu Palabra declara, “que si confieso con mi boca que Jesús es
                        el Señor, y creo en mi corazón que Dios le levantó de los
                        muertos, seré salvo.  Porque con el corazón se cree para justicia,
                        pero con la boca se confiesa para salvación.”  (Romanos 10:9-10)
                        Creo en mi corazón que Jesucristo es el Hijo de Dios.
                        Creo que fue resucitado de los muertos para mi justificación.
                        Le confieso ahora como mi Señor y Salvador y acepto el
                        perdón de mis pecados.  Gracias por la vida eterna.  Gracias
                        por haberme nacido de nuevo.  ¡Gracias que soy salvo!  Amén.